Qué feo hablar de alguien en las sombras y tratar de descalificarlo. Esconderse en el anonimato y desde ese lugar sombrío intentar lanzar sus dardos venenosos.
Cuanta bajeza?!!! La serpiente por su naturaleza, debe arrastrarse?Nunca podrá volar?!!!
Difamando no le crecerán alas?Nunca será más que serpiente. Sólo dan cuenta de su existencia, por el sonido de sus crótalos, es decir por sus dichos o sus actos.
En éstos días que corren de despiadado egoísmo e individualismo, existen empresa, ?patrones?, empleadores, que ejercen un destrato hacia sus empleados, en el límite con el abuso de poder, con el mobbing, queriendo reducirlo a un nivel que hace muchos años, por suerte ya no existe. La solapada persecución, tan difícil de demostrar, logra con el tiempo doblegar. No es el enfrentamiento directo lo que más hiere, sino aquello que lentamente socaba la estima llevando a la persona a pensar de sí misma que nada es capaz de resolver correctamente, que todo lo que haga será cuestionado. El grito, el irrespeto, el demostrar autoridad frente a testigos circunstanciales, sólo traduce incapacidad e intolerancia, pero sobre la víctima de esa situación produce un conflicto intrapsíquico que no es ajeno el cuerpo, apareciendo con el tiempo las consecuencias.
Es una lucha desigual, porque de un lado está el poder. Poder que manejado en el encumbramiento de la soberbia, de alguna manera lo vuelve victimario, cuyo blanco es el que debe someterse a ese poder, y si éste no cuenta con las herramientas defensivas suficientes, será la víctima de ese juego desequilibrado.
Todo esto es muy sutil, casi incomprobable, pero que termina minando, horadando los cimientos emocionales y el derrumbe psicológico.
Este acto desconsiderado, jamás será aceptado como tal por quien lo ejerce, por tal razón proyecta en el profesional que comprende esa desigualdad, toda su ruindad.
La perversión está en el pensar y en el hacer: YO LE PAGO, YO LO MALTRATO Y LO SOMETO
Que la persona que escribió eso anónimamente, no tenga la peregrina idea que es anónima, porque aunque no haya firmado la nota, ella y yo sabemos quién es.
No insulte mi intelecto. Sé quién es y conozco su cubil. Le invito a que suba el video que dice que existe.
Por último me parece importante aclarar que aproximadamente el 20% de los pacientes consultan por mal trato laboral. Algo imposible de entender para una mente psicópata.
Que haya profesionales que lo minimicen, no lo vean, o digan ?no quiero problemas, porque no se puede comprobar?, eso es problema de cada uno.
Dr Miguel Giulietti
MP 6091
Las Empresas que nos consideramos serias ya debíamos lidiar desde hace tiempo con un par de generaciones de adolescentes/adultos que han perdido el respeto por la cultura del trabajo, a esto, debemos sumarles ahora que personas que dicen ser PROFESIONALES, como el "DR" MIGUEL ANGEL GIULIETTI , MATRICULA 6091, quien cobra $ 600 y te da un certificado por el cual podés decir que tenes "estrés" entonces no vas seis meses a trabajar y encima hay que guardarle el puesto al posible estresado. No digo que no sea real, pero cuando de pronto se empiezan a estresar empleados por todos lados y todos pacientes del mismo "DR" entonces es medio raro. Hasta hay un video de el ofreciendo este tipo de "SERVICIOS" UNA VERGUENZA.....
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Qué feo hablar de alguien en las sombras y tratar de descalificarlo. Esconderse en el anonimato y desde ese lugar sombrío intentar lanzar sus dardos venenosos. Cuanta bajeza?!!! La serpiente por su naturaleza, debe arrastrarse?Nunca podrá volar?!!! Difamando no le crecerán alas?Nunca será más que serpiente. Sólo dan cuenta de su existencia, por el sonido de sus crótalos, es decir por sus dichos o sus actos. En éstos días que corren de despiadado egoísmo e individualismo, existen empresa, ?patrones?, empleadores, que ejercen un destrato hacia sus empleados, en el límite con el abuso de poder, con el mobbing, queriendo reducirlo a un nivel que hace muchos años, por suerte ya no existe. La solapada persecución, tan difícil de demostrar, logra con el tiempo doblegar. No es el enfrentamiento directo lo que más hiere, sino aquello que lentamente socaba la estima llevando a la persona a pensar de sí misma que nada es capaz de resolver correctamente, que todo lo que haga será cuestionado. El grito, el irrespeto, el demostrar autoridad frente a testigos circunstanciales, sólo traduce incapacidad e intolerancia, pero sobre la víctima de esa situación produce un conflicto intrapsíquico que no es ajeno el cuerpo, apareciendo con el tiempo las consecuencias. Es una lucha desigual, porque de un lado está el poder. Poder que manejado en el encumbramiento de la soberbia, de alguna manera lo vuelve victimario, cuyo blanco es el que debe someterse a ese poder, y si éste no cuenta con las herramientas defensivas suficientes, será la víctima de ese juego desequilibrado. Todo esto es muy sutil, casi incomprobable, pero que termina minando, horadando los cimientos emocionales y el derrumbe psicológico. Este acto desconsiderado, jamás será aceptado como tal por quien lo ejerce, por tal razón proyecta en el profesional que comprende esa desigualdad, toda su ruindad. La perversión está en el pensar y en el hacer: YO LE PAGO, YO LO MALTRATO Y LO SOMETO Que la persona que escribió eso anónimamente, no tenga la peregrina idea que es anónima, porque aunque no haya firmado la nota, ella y yo sabemos quién es. No insulte mi intelecto. Sé quién es y conozco su cubil. Le invito a que suba el video que dice que existe. Por último me parece importante aclarar que aproximadamente el 20% de los pacientes consultan por mal trato laboral. Algo imposible de entender para una mente psicópata. Que haya profesionales que lo minimicen, no lo vean, o digan ?no quiero problemas, porque no se puede comprobar?, eso es problema de cada uno. Dr Miguel Giulietti MP 6091
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